Cómo hacer magníficos fotolibros

Los 6 consejos de la bloguera Anna Konevskaya sobre cómo hacer un gran fotolibro

Manos sosteniendo un libro de fotos de retratos frente a la Torre Eiffel.

En mi infancia, me encantaba repasar las viejas fotos que se ordenaban cuidadosamente en grandes álbumes de fotos con páginas de papel suave. Hoy en día las cosas han cambiado y rara vez imprimimos nuestras fotos, dejando miles de ellas en los ordenadores portátiles y móviles... Personalmente, me parece una pena. Imprimir fotografías es una buena forma de filtrar y sistematizar la colección de fotos. Y si ya no tenemos tiempo para pegar rincones de fotos como en los buenos tiempos, hay una nueva opción: Un fotolibro.

Lo bueno de los fotolibros es que se pueden encargar por Internet y recibirlos en casa. También es una cosa mala: tienes que usar programas especiales para crear tu proyecto y no puedes ver cómo queda el fotolibro en la realidad antes de recibir el paquete. Como recientemente he encargado mi primer álbum digital y estoy muy contenta con el resultado, he decidido compartir mi experiencia con vosotros.

 


 

Mujer mirando un fotolibro de retratos en una mesa con café, rosas y croissant.

1. Elige un tema interesante

Los temas tradicionales, como las vacaciones, la fiesta de cumpleaños o los fotolibros de boda, siempre están de moda, pero recuerda que no estás limitado por ellos. Deja que tu creatividad inspire tu proyecto. Una buena idea es crear un fotolibro dedicado a tu afición—deportes, pintura, cocina, moda... La lista es larga y todo el mundo tiene cosas que añadir. En cuanto a mí, me gustan mucho los amaneceres. Esta afición es relativamente nueva, la empecé hace unos dos años y durante estos dos años he visto más amaneceres que en toda mi vida. Como la cantidad de fotos de amaneceres es bastante importante, decidí organizar mis fotos favoritas en un fotolibro llamado "Sunrise Collection". Este libro es una materialización de los momentos más bellos captados por mi cámara y las cámaras de las demás personas que compartieron esos momentos conmigo (como las sesiones fotográficas suelen tener lugar a primera hora de la mañana, muchas de las fotos, junto con mi novia, se tomaron al amanecer).

2. Familiarízate con el estudio de diseño

El programa de la página web de MILK tiene muchas posibilidades, y es mejor que te familiarices con ellas antes de empezar. ¿No es una pena perder algunas opciones útiles sólo por no haberlas conocido? Empieza por ver los vídeos de instrucciones, son muy claros y útiles. Después, carga todas las fotos que quieras imprimir y colócalas en un buen orden. En mi experiencia, añadir fotos a un proyecto casi listo es más complicado que ponerlas en buen orden desde el principio. Continúa jugando con diferentes diseños de pliegos; ¡me ha gustado mucho la enorme variedad! Algunas de las muestras contienen cuadros de texto, pero se pueden ocultar fácilmente y no tienes obligación de añadir texto si no quieres.

Primer plano de unas manos femeninas hojeando las páginas de un fotolibro de retratos.

3. El texto es importante

No intentes meter en tu fotolibro tantas fotos como tengas. Deja espacio para los comentarios breves o incluso para un texto largo. Puede ser sólo un recordatorio de cuándo y dónde se tomó la foto o una historia relacionada con la toma, o simplemente tus pensamientos, una especie de "notas al margen". Dentro de unos años, estos detalles desaparecerán de tu memoria, y encontrarás un placer en redescubrirlos y hacer que otros los descubran contigo. Algunas fotos cuentan una historia por sí mismas, pero siempre es interesante conocer los bastidores. Y si, como yo, creas un fotolibro junto a tus seres queridos, puede ser una buena idea escribir un texto juntos y compartir diferentes visiones sobre los mismos momentos. Y un pequeño pero muy importante detalle: Guarda tus textos en Word antes de copiarlos en el programa creador de fotolibros. Esto evitará el desastre si tu ordenador se congela de repente (como me pasó a mí).

4. La calidad es la clave

Es mejor dedicar tiempo a editar las fotos antes de imprimirlas que sentirse decepcionado por el resultado. La luz, el brillo y el contraste son muy importantes y puedes ajustarlos manualmente o incluso automáticamente en casi todos los programas de edición de fotos, como Lightroom o Photoshop. Recorta la foto para crear una mejor composición y no olvides enderezar el horizonte. Entre miles de fotos digitales, estos detalles pueden parecer insignificantes, pero en el fotolibro cada una de las fotos se exhibirá y se convertirá en un elemento importante de todo el proyecto. Cuando tomamos en nuestras manos un álbum de fotos de buena calidad queremos recorrerlo lentamente y prestar atención a los detalles de cada imagen, por lo que editar tus fotos no es un lujo sino una necesidad cuando decides imprimirlas.

Primer plano del fotolibro de retrato con una taza de café.

5. No intentes meter todas tus fotos en un libro

Debes preferir la calidad a la cantidad, lo que significa que es mejor tener un número limitado de fotos y un buen diseño que cientos de fotos ocupando toda la página. Un poco de espacio en blanco alrededor de la foto crea un efecto de mateado que es necesario para una presentación visual impresionante de la imagen. Varias tomas en la misma página deben estar en armonía y complementarse entre sí. Pueden formar parte de la misma historia o simplemente ser fotos que combinen bien, pero deben permanecer juntas por algún motivo y no sólo porque sea una pena dejar espacio vacío en la página. Se puede crear un efecto interesante al utilizar fotos ligeramente diferentes tomadas en el mismo lugar o de las mismas personas, colocando las tomas una tras otra... Y no te olvides de utilizar la opción de imprimir las fotos más bonitas en toda la página—funciona especialmente bien con las fotos apaisadas.

6. No tiene que ser perfecto

Lo último, pero no por ello menos importante, es crear un fotolibro perfecto: ¡no intentes hacerlo perfecto! Como perfeccionista que soy, apenas pude seguir este consejo y me pasé casi dos semanas añadiendo y quitando las fotos, cambiando los textos y el diseño de las páginas... Finalmente comprendí que no hay límites para la perfección, excepto los que nosotros mismos determinamos. El proceso de hacer un fotolibro debe ser un placer, incluso si se toma en serio, así que disfruta de tu creatividad y diviértete.


Además, consejos extra de MILK


A continuación, te explicamos cómo crear un libro o álbum de fotos que cuente tu historia de una forma hermosa.

7. Clasifica, organiza y selecciona tus fotos

Sacar esas fotos del teléfono y ponerlas en las páginas de un fotolibro puede parecer una tarea desalentadora. Pero es uno de los pasos más importantes para crear tu fotolibro. Haz una limpieza de primavera de tu fototeca digital con nuestros 5 sencillos pasos para clasificar, organizar y seleccionar tus fotos.

8. Dale una nueva vida a las fotos antiguas

Con demasiada frecuencia, los preciosos negativos y fotos antiguas se guardan en un sobre en el fondo de un cajón o en una caja de almacenamiento polvorienta. Pero incluirlas en tu fotolibro te permite contar una historia más rica. Descubre cómo puedes escanear tus viejas fotografías para darles una nueva vida impresa.

9. Asegúrate de que el resultado de la impresión sea excelente

Ya has reunido tus imágenes y estás listo para embarcarte en el viaje de convertir tus recuerdos en un tesoro para siempre. Antes de imprimir, queremos que estés seguro de que estás sacando el máximo partido a tus imágenes. Tenemos algunos consejos útiles sobre lo que debes y no debes hacer para garantizar el mejor resultado de impresión de tus imágenes.

10. La primera impresión es importante

El título de un libro introducirá la historia y marcará el tono de la experiencia. Asegúrate de elegir uno bueno. Para obtener algunos consejos e inspiración sobre los títulos, visita nuestro blog sobre la presentación de tu libro.

 

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